Quantcast
Channel: Seduccion y Autoayuda » negociar
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Cinco consejos para vivir en pareja

$
0
0

Tener una buena pareja puede dar a nuestra vida un aliciente necesario y fundamental para alcanzar la felicidad. Pero a veces la vida en pareja puede terminar por ser una fuente de problemas y de conflictos. La convivencia no siempre es fácil, pues distintos motivos pueden dar al traste con una relación que, hasta que los dos miembros de la pareja empezaron a convivir bajo un mismo techo, iba viento en popa. Por eso, en este artículo daremos cinco consejos básicos que debemos de convertir en los pilares de la convivencia con nuestra pareja. En este artículo, cinco consejos para vivir en pareja.

Tener pareja

Y lo dicho: una buena pareja puede hacernos muy felices; pero una mala puede arruinarnos la vida completamente. Antes la gente se casaba demasiado pronto, y si añadimos a esto que la gente era demasiado ignorante, podremos comprender que muchas mujeres (también algún hombre) se arruinaron la vida dándole el “si” a un hombre que al final, era un completo cretino. A día de hoy esto no es un problema muy serio, pues existe la separación, el divorcio, etc. Pero antes millones de mujeres se arruinaron la vida casándose con un hombre agresivo, zafio, ruin, estúpido,… De cualquier forma no nos debe de extrañar que las mujeres sean tan exigentes a la hora de aceptar a un hombre: saben que se juegan algo muy importante. Una vez que hemos elegido a alguien que nos conviene de verdad, y una vez que hemos decidido empezar a convivir con ese hombre o mujer bajo un techo común, nada mejor que seguir nuestras cinco recomendaciones para que la vida en pareja sea lo más feliz y satisfactoria posible.

Cinco consejos para ser feliz viviendo en pareja

1. Organización del hogar. Si queremos crear una estructura consistente que sostenga la vida en pareja, es evidente que tenemos que empezar por crear los pilares de esa estructura. Y el primer pilar debe de ser el de la organización. Una casa es un sistema que requiere una serie de tareas de mantenimiento; además de tareas de modificación de ciertos elementos que no nos satisfacen. Estos últimos pueden referirse a obras en la casa, o simplemente cambiar o reponer unas cortinas que no nos gustan. Lo primero se refiere a la tarea de mantener la casa en unas condiciones mínimas de limpieza, orden, etc. Y este debe de ser el primer pilar de la vida en pareja: reparto de tareas para mantener el hogar. Los hombres puede hacer las tareas más duras y que requieren más esfuerzo físico; y las mujeres las que requieren menos esfuerzo físico. Pero lo cierto es que esta división no se puede mantener en el seno de un hogar, pues casi todas las actividades que se pueden realizar en el mismo son “blandas”, o sea, no requieren demasiado esfuerzo físico. El resultado: el patriarcado tradicional terminó por considerar que las tareas de la casa son cosas de mujeres; y las del campo, de la mina, de la industria,… son cosas de hombres.cinco consejos para vivir en pareja Craso error, porque así se deja a las mujeres en posición inferior (el quien depende del pan ajeno siempre es más débil). Por eso, sin caer en el “mariconeo”, hay que repartir las tareas del hogar, exactamente igual que hay que hay que permitir a las mujeres que trabajen fuera de casa no cayendo así en la dependencia económica de un hombre.

2. Toma de decisiones. Ya tenemos un entorno organizado. Una vez que tenemos ese entorno-hogar, ahora es cuestión de establecer un sistema de gestión del hogar. Y esa gestión se realiza de normal mediante un sistema de toma de decisiones. El patriarcado otra vez tiene claro esto: el hombre manda y la mujer aplaude. Pero nosotros no estamos de acuerdo… El sistema de toma de decisiones de un hogar debe de ser democrático. Y la democracia no consiste precisamente en ir una vez cada cuatro años a meter una papeletita en la urna (así se encubren muchas dictaduras, hace falta mucho más que elecciones cada cuatro años para que un país sea democrático). Una democracia debe de consistir en un sistema de diálogo constante, en donde sin agresividad por el medio, en este caso, el hombre y la mujer que conforman la pareja exponen sus argumentos, sus deseos, y al final llegan a ciertos acuerdos en donde tras un debate se encuentran dos puntos de vista que parecían muy alejados. Por ejemplo, si el hombre quiere decorar la casa con estilo moderno; pero a la mujer le gusta algo más clásico, se puede llegar a un acuerdo en donde unas habitaciones estén decoradas en estilo moderno; y otras en estilo clásico.

3. Horarios. Por lo general hay un gran error en donde caen muchas parejas respecto a los horarios: el anarquismo de los horarios, que consiste en hacer lo que te de la gana cuando te salga de las bolas… Craso error. El hogar y sus actividades deben de tener unos horarios relativamente estrictos, con unas horas estipuladas para el despertar, para la hora de comer, para la hora de cenar,… Los horarios se pueden negociar, pero no podemos saltárnoslo, alegando que “qué más da que coma media hora tarde o que me levante a las 12 de la mañana…”. Los horarios comunes regulan la vida común de dos o más personas. Cuando alguna de estas personas se salta un régimen mínimo de horarios, la vida en común se puede volver imposible.

4. Uso del tiempo en el hogar. Es evidente que la vida en pareja no lo abarca todo: en teoría el hombre y la mujer tienen que realizar los días de diario una serie de actividades fuera de casa: o trabajar, o hacer compras, o ir a sellar la cartilla del paro… Así, el tiempo de la vida de la pareja se divide en dos grandes frentes: tiempo que la pareja lo pasa juntos; y tiempo que cada uno va a “su bola”. La vida en pareja no debe de anular la especificad de cada miembro de la pareja, y cada uno debe de tener su espacio, pero también su tiempo, tiempo para sí mismo y para disfrutar cada uno de su propia compañía. Cuando estás mucho tiempo con gente tienes unas ganas locas de estar sólo; y cuando estás mucho tiempo solo tienes unas ganas locas de estar con gente. Por eso mismo, debemos de equilibrar en la vida en pareja este yin y yang que es el pasar tiempo sólo o pasar tiempo con nuestra pareja. Por tanto, los miembros de la pareja no deben de considerarse atados por hilos tan fuertes que no se puedan romper. Además que el pasar demasiado tiempo juntos es un error que termina por desgastar la pareja antes de tiempo. Por eso, es ideal que podamos realizar muchas actividades junto con nuestra pareja (ver la tele, ir de camping, hacer la comida, ir a un museo). Pero debemos de mantener nuestra individualidad también, y no querer cosernos a nuestra pareja.

5. Sexo… Sí, todos estábamos deseando que llegase el punto 5… Es evidente que cuando los dos miembros de la pareja tienen ganas, no hay problemas… El problema es que a veces, sólo uno tiene ganas. Y nosotros no somos adivinos para saber cuando nuestra pareja tiene ganas. De ahí una importante fuente de conflictos de alcoba. Para evitar esto, hay parejas que meten en el horario del hogar también sus actividades sexuales… Por ejemplo, el sábado sabadete… o sea, sexo por la noche después de cenar el sábado, el martes y el jueves (buf, qué calentón más tonto…). De cualquier forma estas cosas también hay que hablarlas, porque nadie tiene telequinesia como para saber los hábitos sexuales que interesan a nuestra pareja. Por eso, hay que negociar hasta el sexo, y no obligar a nadie a hacer nada que no quiera. Es interesante saber que las pila de nuestra libido o apetito sexual se recargan: cuando acabamos de echar un … pues no tenemos ganas. Al día siguiente, ya tenemos ganas; pero a los dos días tenemos aún más ganas… Y a la semana sin sexo, estaremos dispuestos a meterla casi en cualquier sitio húmedo… Por eso, dos o tres días de sexo repartidos entre toda la semana, con margen para recuperarnos… puede ser ideal. Al principio de empezar con alguien lo cierto es que siempre estamos desando de ir a follar… Pero en unas semanas, esas ganas tan desbocadas se pasan, y tenemos que ser más sutiles para poder gozar con el sexo con nuestra pareja. Así que la imaginación al poder… Yo tengo demasiado imaginación, pero no siempre tengo demasiado sexo… Quizás estemos cachondos, pero podría ser mejor…


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2

Latest Images





Latest Images